ALBANY, Nueva York (AP).- Fieles de todo el mundo celebrarán el
Viernes Santo desde la seguridad de sus hogares, mientras en Japón surgían inusuales
divisiones sobre cómo abordar el crecientes brote de coronavirus en el país.
Políticos y funcionarios de salud pública habían advertido que los
avances en la lucha contra la pandemia, obtenidos con mucho esfuerzo, no podían
ponerse en peligro por relajar el distanciamiento social durante los feriados
de Semana Santa.
En Europa, donde estas fechas son temporada alta de viajes, las
autoridades establecieron controles en carreteras y desaconsejaron las
reuniones familiares
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